GATO
POR LIEBRE
Prof.
Cristian Á, Meléndez Obregón.
Aclaremos
esto: lo que se pretende es la formación de un
“NUEVO” sindicato, no se tiene
que ocultar esto a los maestros. Se pretende la organización de
un nuevo
sindicato que no tiene derecho a llamarse SUTEP pues no reconoce los 45
años de
historia de nuestro glorioso gremio magisterial, no reconoce los
estatutos ni
la figura representativa de Horacio Zeballos, líder fundador del
SUTEP.
Pretenden llamarse SUTEP cuando han dinamitado la unidad insultando,
difamando,
calumniando demostrando una y otra vez que lo único que les
interesa a algunos
es utilizar al sindicato como una plataforma para sus proyectos
políticos,
personal o de grupo. Pueden formar su sindicato pues tienen la libertad
de decisión
para ello, pero la verdad es que no pretenden ni cambiar ni mejorar al
SUTEP ni
siquiera reestructurarlo; su gran sueño no es noble sino todo lo
contrario:
destruir, desaparecer un sindicato para formar OTRO que por
cuestión de simple
coherencia no puede ni debe llamarse SUTEP.
Castillo mismo confirmó al diario La República que tiene
la intención de
liderar un nuevo sindicato, y eso cada maestro tiene que saberlo.
Muchos
maestros están a favor de cambios, mejoras y hasta reformas al
interior del
sindicato, lo cual se tiene que dar necesariamente; pero de ahí
a querer
salirse de su sindicato, a querer formar OTRO, como el mismo Castillo
lo
reconoce, hay una enorme diferencia.
No se puede botar al tacho 45 años de historia, con muchos
logros ganados a
favor de los maestros del Perú. Que hubo desaciertos, seguro y
muchos, pero
también es verdad que los derechos y beneficios que hoy en
día disfrutamos los
maestros los ha arrancado el SUTEP en las calles en gloriosas jornadas
de lucha
desde los años 70 del siglo pasado.
¿Quién traiciona? ¿El que lucha por su sindicato o
el que pretende destruirlo,
dividirlo? Hemos logrado la unidad afirman. Yo pregunto
¿Cuál unidad? Hoy el
más grande e importante sindicato del Perú está
dividido, fragmentado y sus
enemigos de siempre hacen fiesta por ello. Hemos logrado la
dignificación del
maestro afirman, ¿Entonces antes de la huelga el maestro no
tenía dignidad?
Terrible falacia que afirman tan fácilmente.
Soy Sutepista y defenderé mi sindicato como lo debe hacer todo
maestro: Con
convicción. El sindicato de Horacio Zeballos, el sindicato de
José Ramos
Bosmediano, el sindicato de las históricas huelgas del 78 y 79,
el sindicato
que en los noventa se mantuvo firme en contra de la dictadura de un
miserable
vende patria de apellido japonés. A ese sindicato defiendo, a
ese sindicato
pertenezco. A mí no me quieran vender gato por liebre.